Cuando nace tu bebé, puede que te sientas un poco insegura ¿sabré cuidarle bien? ¿Le estaré dando bien el pecho? ¿tendrá demasiado calor?… Tranquila, ante todo confía en tu instinto y en tu sentido común, que es el que seguro te saca de cualquier apuro.
Los primeros días es muy típico que las personas que te rodean (las abuelas sobretodo) con su mejor intención, intenten imponer su criterio. El niño está demasiado abrigado, no le acostumbres a chupete, ponle el chupete, tiene hambre, no no tiene hambre tiene sueño…
Confía en tí misma, puede que en algún momento no hagas lo más correcto, pero una manera de aprender es también equivocándose. Y en todo este proceso de convertirse una en MAMA es fundamental que tomes tú las riendas sobre las decisiones del bebé. Por supuesto la voz de la experiencia también hay que saber escucharla, pero recuerda que sólo tu eres la madre de ese bebé.