El otro día saqué unas fotos de la habitación de mis dos niños pequeños porque os quería enseñar como quedaban en la pared los 2 vinilos que les había puesto con sus nombres.

Ya sabéis que en El Recién Nacido ofrecemos varios modelos de vinilos, todos ellos personalizados. Yo elegí el vinilo de las alitas, porque al ser una habitación de niño y niña, tenía que ser un modelo que fuera con los dos nombres.

Creo que la habitación quedó muy bonita y los niños estaban encantados con sus nombres, y eso que el pequeño todavía no sabe ni leer!

Una semana más tarde me llevé una graaaan sorpresa cuando entre en la habitación y me encontré con esto: Parecía que Marcos no estaba tan encantado con su habitación porque había cogido unos lápices y había pintarajeado por encima de su nuevo vinilo y la pared (a parte de pintar su camita, el armario y la estantería). Ya os podéis imaginar mi enfado…si, estaba enfadada pero a la vez también me hacía gracia la situación, ya sé que estas cosas pasan con niños pequeños en casa….

Aproveché la situación para darle una lección educativa a mi hijo. Le expliqué que no se pintaban las paredes, que para eso podía utilizar su bloc de pinturas, y que lo que ensuciábamos, lo teníamos también que limpiar. Le di un estropajo y agua y empezó a «limpiar» la pared.

Aunque estaba muy motivado, y no paraba de pasar el estropajo por encima de las pintadas, eran difíciles de quitar y tampoco yo conseguía limpiar mucho. Al final investigué un poco en Internet y encontré la solución, el borrador mágico de Don Limpio, una esponja que lo dejó todo como nuevo – menos mal!

Y así volvió a quedar la habitación, después de todo.

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Por: Mar Taillefer